Tecnología 3D y robótica para una intervención pionera
31/07/2024CATEGORíA: Salud y Farmacia MARCA: Hospital Vall d'Hebron
Un equipo del Hospital Vall d'Hebron, en Barcelona, opera un tumor parafaríngeo con una técnica innovadora y personalizada que evita incisiones en el cuello
Preservar los sentidos -el habla, el oído y el olfato-; reducir el dolor y agilizar la recuperación después de pasar por quirófano. Son tres de las ventajas que ofrece la nueva técnica que el Dr. David Virós, jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitari Vall d'Hebron, ha desarrollado para intervenir a una paciente de un tumor del espacio parafaríngeo, en la parte blanda del paladar.
El proceso habitual para extraer un tumor en esta zona es realizar una incisión en el cuello y extirpar el tejido a través de una cirugía abierta, que más allá del impacto estético, puede condicionar la respiración, el habla y la deglución.
"Se trata de una cirugía delicada, en la que debemos trabajar con la máxima precisión porque en pocos centímetros, tenemos estructuras sensibles tanto a escala funcional como estética", señala el Dr. Virós.
Consciente de esta responsabilidad y siguiendo uno de los preceptos del Dr. Santiago Ramon y Cajal, el primer Nobel de Medicina del Estado, de no dar por sentado que todo está inventado, activó la imaginación y la creatividad para tratar de extirpar el tumor con una cirugía mínimamente invasiva. En vez de realizar un corte en el cuello, optó por acceder a él a través de una abertura natural: la boca. Y para ello, buscó a dos aliados: la tecnología 3D y un robot.
Tecnología 3D al servicio de la cirugía personalizada
El trabajo multidisciplinar entre profesionales expertos en imagen médica y en ingeniería biomédica de Tecnologías 3D+ del Hospital Universitario Vall d'Hebron, le ha ayudado a planificar si la intervención que había imaginado era viable.
“Este tumor parafaríngeo, en la zona blanda del paladar, está situado en la base del cráneo, junto a vasos sanguíneos y nervios conectados al cerebro”, explica el Dr. Virós. "Además, la estructura no es sólida, es elástica, con lo que necesitábamos conocer la zona al por menor, para valorar el abanico de opciones que se abren a cada paso de la intervención", matiza.
El trabajo conjunto entre ingenieros y expertos en imagen recreó el tumor en 3D, lo que permitió al equipo médico navegar por su interior y conocer en detalle la relación entre todas las estructuras. Además, se imprimió con piezas de resina para tener un conocimiento más preciso. "Con la planificación virtual y la utilización de tecnología de impresión 3D de elementos de la paciente, damos un salto hacia la cirugía personalizada", reflexiona Laura Escot, ingeniera implicada en la planificación de este caso.
El robot cirujano
La participación del robot Da Vinci es la otra pieza del éxito de esa intervención. Este sistema de cirugía robótica permite realizar incisiones mínimas y precisas, facilitando movimientos imposibles para el brazo humano, lo que resulta especialmente útil en espacios reducidos y áreas complejas como el paladar blando. Los brazos robóticos miden 8 milímetros, eliminan el temblor y nunca se cansan. Pero a pesar de hacer filigranas, el robot Da Vinci carece de autonomía, los cirujanos son los cerebros de las intervenciones y los brazos del robot sólo traducen los movimientos de la mano del profesional.
“Con el robot Da Vinci no operamos directamente sobre el paciente. Lo hacemos sentados en una consola con la que manipulamos virtualmente el instrumental quirúrgico. La visión desde la consola, situada fuera del campo estéril, nos permite ver el interior del paciente en tres dimensiones y con un aumento de la realidad hasta 10 veces”, concreta el jefe del Servicio de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello. "También reducimos el tiempo en quirófano a la mitad, de 4 a 2 horas, más o menos", añade.
En esta cirugía, también ha sido clave el papel de enfermería, como explica Olga Gavaldà, enfermera supervisora del Bloque Quirúrgico: “Contamos con un grupo consolidado de enfermeras expertas en el manejo del robot Da Vinci, que tienen formación específica en cirugía robótica”.
En esta paciente de 55 años, el robot ayudó a acceder al tumor a través de la boca y se evitó una incisión en el cuello. Esta técnica no sólo minimiza el riesgo de complicaciones, evita la traqueostomía y reduce el dolor postoperatorio, sino que preserva mejor las funciones vitales del paciente, como la deglución y el habla. Además, las incisiones más pequeñas y precisas reducen el sangrado y la posibilidad de infecciones, permitiendo a los pacientes volver a sus actividades cotidianas en menor tiempo.
Una técnica para intervenir tumores de cabeza y cuello
Esta técnica supone un paso adelante en el tratamiento de tumores de cabeza y cuello complejos. Y muestra, de nuevo, que la colaboración entre diferentes especialidades y la integración de tecnología avanzada en la práctica médica puede transformar significativamente los resultados y la calidad de vida de los pacientes. En ese caso, el tumor resultó ser benigno.
Como especialistas que cuidan los sentidos, el gusto, el oído y el olfato, los otorrinolaringólogos hacen un llamamiento a no pasar por alto síntomas que pueden indicar la existencia de un tumor: tener molestias al tragar, sentir dificultades en la hora de respirar, sobre todo por la noche, o tener una voz afónica o ronca, y que las molestias duren más de dos semanas.
El cáncer de cabeza y cuello, que celebró su día mundial el 27 de julio, engloba tumores malignos que se originan en la cabeza o en la región del cuello y se localizan en la laringe, la nasofaringe, la orofaringe –amígdalas, paladar blando, base de la lengua–, las glándulas salivares o en la cavidad oral –la mucosa o la lengua–. Es el noveno tumor más diagnosticado en España. Aunque no es muy prevalente, este año se diagnosticarán cerca de 7.600 casos, un millar en Cataluña, y se ha observado un aumento de la incidencia a causa del tabaquismo y del virus del papiloma. Si bien afecta a todas las edades y géneros, es más común en hombres de 50 años de media. El Hospital Universitario Vall d'Hebron, centro de referencia para tratar esta patología, interviene quirúrgicamente cada año cerca de 200 pacientes de un tumor de cabeza y cuello.
Fuente e imagen: https://www.vallhebron.com
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