Existen metodologías y procesos que pretenden minimizar las externalidades negativas derivadas del uso de IA y que pueden implementarse a través de normas éticas.

La inteligencia artificial está transformando la forma en que vivimos, producimos y trabajamos. La disrupción de la inteligencia artificial en todos los ámbitos está presentando una serie de disfunciones debido a la velocidad de implantación y la falsa creencia del “cuanto antes mejor”, que no está otorgando espacio y tiempo para el debate ético.

 

 

Existen metodologías y procesos que pretenden minimizar las externalidades negativas derivadas del uso de IA y que pueden implementarse a través de normas éticas. Estas metodologías tratan de concretizar los pasos importantes cuando uno quiere aplicar la inteligencia artificial, incluyendo seleccionar los principios de inteligencia artificial más adecuado para el sector en cuestión, estimar el daño en caso de que algo vaya mal con la aplicación del sistema o aplicar una metodología de formación y concienciación a los empleados. Si una organización sigue esta metodología, es probable que...PUEDE SEGUIR LEYENDO ESTE ARTÍCULO EN LA EDICIÓN ONLINE DE NUESTRA REVISTA, SIN RESTRICCIONES, MEDIANTE EL SIGUIENTE ENLACE https://www.smartfactorymagazine.es/revista/3/index14.html

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