Robótica e IA: ¿Es este el futuro de la moda?
19/03/2024CATEGORíA: General MARCA: Massachusetts Institute of Technology
Desarrollan un vestido de punto 4D que utiliza varias tecnologías para crear un diseño y un ajuste personalizados, al tiempo que aborda cuestiones de sostenibilidad.
Hasta hace poco, la confección a medida (ropa confeccionada según las especificaciones individuales de un cliente) era la única forma de tener prendas que se adaptaran perfectamente a su físico. Para la mayoría de las personas, el coste de la confección personalizada es prohibitivo. Pero la invención de fibras activas y procesos de tejido innovadores está cambiando la industria textil.
© MIT Self Assembly Lab
“Todos usamos ropa y zapatos”, dice Sasha MicKinlay, recién graduada del Departamento de Arquitectura del MIT. “Es una necesidad humana. Pero también existe la necesidad humana de expresarse. Me gusta la idea de personalizar la ropa de forma sostenible. Este vestido promete ser más sostenible que la moda tradicional tanto para el consumidor como para el productor”.
McKinlay es diseñadora textil e investigadora en el Laboratorio de Autoensamblaje y diseñó el vestido de punto 4D con Ministry of Supply, una empresa de moda especializada en prendas de alta tecnología. El vestido combina varias tecnologías para crear un ajuste y un estilo personalizados. Los hilos activados por calor, el tejido computarizado y la activación robótica alrededor de cada prenda generan un ajuste esculpido. Un equipo del Ministerio de Suministros tomó las decisiones sobre los hilos estables, el color, el tamaño original y el diseño general.
Textiles activos
Los estudiantes llevan varios años trabajando con textiles dinámicos. Los hilos que crean pueden cambiar de forma, cambiar de propiedad, cambiar de aislamiento o volverse transpirables. Las aplicaciones anteriores para confeccionar prendas incluyen la confección de suéteres y mascarillas. El vestido de punto 4D es la culminación de todo lo que los estudiantes han aprendido al trabajar con textiles activos.
McKinlay ayudó a producir los hilos activos, creó el diseño conceptual, desarrolló la técnica de tejido y programó la máquina de tejer industrial del laboratorio. Una vez que el diseño de la prenda se programa en la máquina, ésta puede producir rápidamente varios vestidos. La ubicación de los hilos activos en el diseño permite que el vestido adopte una variedad de estilos, como pliegues, cintura imperio o cintura ceñida.
"El estilo es importante", dice McKinlay. “La mayoría de la gente se centra en la talla, pero creo que el estilo es lo que distingue a la ropa. Todos estamos evolucionando como personas y creo que nuestro estilo también evoluciona. Después del ajuste, la gente se centra en la expresión personal”.
Fuente e imagen: https://news.mit.edu/
Autor: Maria Iacobo | Olivia Mintz | School of Architecture and Planning
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