El interés del consumidor por el Smart Packaging está en aumento debido a su capacidad para mejorar la experiencia del usuario y proporcionar información adicional sobre los productos antes, durante y después del proceso de compra

Cristina Casellas

 

El concepto de Smart Packaging es muy amplio y puede incluir diferentes soluciones, algunas de ellas basadas en tecnología de impresión funcional y electrónica impresa.

 

La electrónica impresa es una tecnología de impresión aditiva con la que, mediante el uso de tintas funcionales y sustratos flexibles, se pueden crear dispositivos integrables en los envases de packaging para dotarlos nuevas prestaciones y elevarlos a la escala Smart (Figura 1).

 

Figura 1. Ejemplo sensor y circuito impreso. Fuente: Eurecat

 

Las tintas funcionales utilizadas pueden contenedor principalmente partículas metálicas o de carbono, las cuales permiten la conductividad eléctrica requerida para que un circuito electrónico impreso, una antena o un sensor electroquímico pueda funcionar correctamente. Estas tintas, en el caso específico de sensores colorimétricos, contienen compuestos químicos sensibles que, al entrar en contacto con ciertos gases o sustancias, tienen la particularidad de mostrar un cambio de color perceptible en su superficie.

Este tipo de sensores pueden dar información sobre el nivel de frescura real del producto. Este indicador visual a priori es cualitativo, pero existen en el mercado aplicaciones que, mediante la adición de un código QR y con una aplicación móvil, proporcionan mayor precisión.

Figura 2. Ejemplo sensor colorimétrico con código QR. Fuente: Colorsensing

 

Este ejemplo de sensor colorimétrico (Figura 2) podría ser utilizado en cualquier eslabón de la cadena, pasando desde el control de calidad en línea de envasado, durante el transporte o ya en el lineal por parte del vendedor final.

 

Una vez ya comprado el producto, podríamos seguir su tiempo de vida gracias a la incorporación en una etiqueta autoadhesiva de un dispositivo electrónico impreso, con la particularidad de detectar el momento exacto de apertura del envase, así como de activar, a la vez, una cuenta atrás visible mediante una pantalla flexible de dos dígitos integrado. Esta innovación (Figura 3) ganó el premio de la OE-a Competition 2024 en la categoría de “prototipos y nuevos productos”.

 

Figura 3. Ejemplo de etiqueta inteligente de detección apertura y cuenta atrás. Fuente: FleepTech

 

Cambiando del sector alimentario al farmacéutico, la integración de electrónica impresa ofrece la posibilidad de tener una trazabilidad y garantía en medicamentos que indiquen el mantenimiento de la cadena de frío durante el transporte y mantenimiento, incluso su autenticidad (Figura 4).

Figura 4. Ejemplo de antena RFID en un envase de medicamento. Fuente: Schereiner

 

El consumidor también podría ser capaz de recibir información adicional, como por ejemplo, si el producto ha recibido golpes y cuantos, así como una completa monitorización de la temperatura durante el transporte, mediante la integración de una etiqueta funcional impresa con un circuito electrónico más complejo adecuado al tipo de adquisición de datos. Estos indicadores pueden ser muy importantes en segmentos como el de la salud o la electrónica de consumo, entre otros.

 

Siguiendo con el sector farmacológico, se estima que en Europa se producen aproximadamente cerca de 200.000 muertes prematuras al año debido a la falta de adherencia a la medicación, con alrededor de 18.000 casos en España. Además, el mal uso de los medicamentos representa el 57% de los gastos sanitarios a nivel mundial.

 

Este problema podría ser abordado en un cierto porcentaje con este blíster inteligente (Figura 5) que permite que el usuario tome su medicación de una forma más controlada gracias a los avisos y la monitorización de las tomas, además de facilitar que los prescriptores y familiares puedan estar informados para poder actuar en caso de que fuera necesario desde una visión objetiva.

 

El blíster dispone de unas pistas conductoras impresas conectadas a una electrónica que, mediante una aplicación móvil, permite el establecimiento de alarmas para evitar equivocaciones y despistes y que, además, detecta la rotura del envase de forma precisa en tiempo y forma, avisando a personas al cargo del paciente o incluso al personal farmacéutico de referencia.

 

Figura 5. Blíster inteligente para toma de medicamentos. Fuente: Infarmate

 

Actualmente, también es de especial interés conseguir en el sector del packaging la impresión de esta tecnología directamente sobre papel para conseguir la mayor reciclabilidad posible del envase y con la vista puesta en 2030, donde la Unión Europea pretende que todos los envases sean 100% reciclables. Esto ha hecho posible una nueva generación de sustratos basados en nanocelulosa muy prometedores sobre los cuales ya se están obteniendo dispositivos electrónicos impresos completamente funcionales y que permitirán el despliegue de la electrónica impresa en este sector tan atractivo para esta tecnología adaptándose a la nueva regulación ya en el horizonte de las empresas (Figura 6).

 

Figura 6. Antenas impresas UHF y UWB impresas sobre nanocelulosa para trazabilidad y logística. Fuente: Proyecto Europeo Madras

 

Delante de este escenario donde el comprador demanda una información más completa, las empresas tienen la posibilidad de establecer un vínculo con el consumidor ofreciendo total transparencia en todas las etapas del proceso productivo, incluso en canal post-venta, pudiendo sentirse identificados con los valores de la marca y gracias a ella fidelizar al consumidor. Este cordón umbilical entre empresa y comprador empezará a establecerse a nivel europeo a través del Pasaporte Digital a priori para productos electrónicos y baterías, pero ¿será el pasaporte digital un océano azul para la electrónica impresa y para el Smart Packaging?

 

Cristina Casellas, Ingeniera Química y MBA, desde 2015 en Eurecat Centro Tecnológico de Cataluña.

 

Más información en https://eurecat.org/home/

 

 

 

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